Santo Domingo, R.D.- Sin pretender erigirme como gran amigo de Orlando, porque en honor a la verdad no lo fui, no gocé de ese ese privilegio; soy una persona que lo conoció de forma más directa, a raíz del conato de crisis que se generó en ocasión de la imposición del Dr. Miguel Surún Hernández, como Candidato al CARD por un sector de abogados del PRM en el año 2015.
En ese entonces, me desempeña como Coordinador Nacional del Comando de Abogados de la campaña del hoy Presidente Luis Abinader. Solo conocía a Orlando de manera somera, el dirigente partidario que en ocasiones se le delegaba mediar en momentos de crisis partidaria y de la vida política dominicana, el Ex Coordinador de la FJRD que en las elecciones de los años 1994 y 1996, desarrolló una ardua labor en favor de la victoria del Dr. José Francisco Peña Gómez, al Secretario General del Partido Revolucionario Dominicano, pero no lograba aquilatar las extraordinarias condiciones humana de Orlandito.
En atención a lo expuesto en el primer párrafo, me citó a su oficina privada, a la cual me hice acompañar del Dr. Miguel Fernández Vélez, un abogado de mi provincia San Cristóbal, miembro de nuestro partido, por quien guardo profundo respeto por sus valores humanos, su coherencia, honestidad y lealtad. Orlando había sido comisionado a buscar una solución al impase surgido.
Recibido con cortesía por el colega y compañero, su educación y serenidad, irradiaba paz a quienes tenía la oportunidad de dialogar con el; en mi caso particular, no fue la excepción; solo bastó unos días para fruto de la mediación de Orlando, y la disponibilidad nuestra, dejar resuelta la situación que amenazaba la unidad de la estructura legal a cargo de la campaña del compañero, entonces candidato Luis Abinader.
Orlando volvió a demostrar una vez más en ese caso, sus dotes de hombre conciliador y concertador por excelencia.
El lunes 6 de junio aproximadamente al medio día, cuando escribía un twitter sobre Sofía Leonor Sánchez Baret, me llegó la información. Imaginé que se trataba de una alarma más, pero de manera rápida las redes se inundaron de la noticia: “mataron a Orlando”, albergaba la esperanza que fuera un simple rumor; pero desgraciadamente no fue así.
Este hecho guarda algunas similitudes con la muerte del Ex Rector de la UASD, Maestro Mateo Aquino Febrillet, quien también fue víctima, aunque en circunstancias diferentes de la violencia, canibalismo, e irracionalidad de un desalmado, quien no midiendo las consecuencias le quitó la vida.
Cuanto ha sufrido la familia Jorge Mera!, también ahora la familia Jorge Villegas. Desde la acusación aviesa hecha contra su padre el Ex Presidente de la República Dr. Salvador Jorge Blanco, su posterior encarcelamiento, los problemas de salud que padeció Doña Asela, a consecuencia del calvario a que fue sometida, hasta el reciente asesinato de Orlando, que quedará en la memoria de los dominicanos como un hombre que se inmoló por no ceder a presiones y chantajes de sectores de poder, dentro de ellos; “amigos”.
Solo resta pedir a Dios, Supremo Creador, para que imparta consuelo sobre esa abatida familia. El País ha perdido un eficiente funcionario, quien asumió con responsabilidad los deberes de su cargo, que no cedió a chantajes
Descansa en paz Orlando.!
Cristian Ceballos
Abogado y periodista
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