Ambientalistas de diferentes países de la región llaman a interpelar la Cumbre del Clima (COP 26), ya que no existe ni la más mínima esperanza de que el reclamo por la justicia climática sea escuchado.
El liderazgo ambiental de América Latina y El Caribe denunció que los gobiernos de la región no tienen respuestas ni políticas de estado para impulsar acciones ante la emergencia climática, y llamaron a los pueblos a movilizarse por la justicia climática.
Advierten que en los próximos años la República Dominicana y Haití perderán gran parte de su territorio como consecuencia del aumento del nivel del mar y por el impacto de fenómenos naturales cada vez más intensos, sino se trabaja urgentemente en una política de estado orientada a combatir el cambio climático.
Como parte de las conclusiones de la Semana por la Justicia Climática de América Latina y El Caribe que se desarrolló durante cuatro días en República Dominicana, representantes de diferentes países de la región denunciaron que miles de especies siguen desapareciendo y se reproduce la cantidad de personas desplazadas por los extremos climáticos, ante la vista indiferente de los gobiernos.
¨Nuestra propia extinción está a la vuelta de la esquina. El planeta se incendia, se inunda, se reseca, y todos los seres vivos nos enfrentamos a condiciones incompatibles con la vida¨, dice en el documento que contiene las conclusiones del evento internacional.
En sus conclusiones, el liderazgo ambiental de Paraguay, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Venezuela, Cuba, Puerto Rico, Panamá, Ecuador, Estados Unidos, Brasil, México Haití, Honduras y República Dominicana dijeron que no tienen ninguna esperanza de que en la Cumbre del Clima COP26, a celebrarse en noviembre de este año en Glasgow, Escocia, suceda algo positivo en torno a la justicia climática, por lo que llaman a interpelar ese cónclave y prescindir de expectativas sobre acciones de los estados para detener el cambio climático.
¨La historia de las negociaciones realizadas a instancias de gobiernos y organismos multilaterales está marcada por el fracaso y la hipocresía; han escrito gran cantidad de acuerdos con un impacto nulo en la realidad. Los gobiernos siguen sin tener voluntad política para atender con responsabilidad la urgencia climática.
El documento que fue leído por Azulia Cristina González, de Honduras, Alba López, de República Dominicana y por Anghie Lee Gardy Petit, del Colectivo Justicia Minera de Haití, en el marco de la Concentración Latinoamericana y Caribeña contra la expansión minera, celebrada en Peralvillo, Monte Plata.
Esta cumbre alternativa hubo de celebrarse en vista de la cancelación de la semana del clima oficial, que serviría para la preparación de las argumentaciones, de cara a la COP 26, sin que el gobierno dominicano y las Naciones Unidas hayan ofrecido información alguna al respecto.
Consideran los ambientalistas participantes en la Semana por la Justicia Climática de América Latina y El Caribe, que eso pone de evidencia la falta de voluntad política para asumir acciones climáticas que detengan el calentamiento global.
¨Las empresas y sus intereses siguen buscando el lucro a cualquier costo. Profundizan la extracción, el saqueo, el colonialismo, el racismo, la violencia sobre los cuerpos, la sobreexplotacion del trabajo; y desarrollan soluciones falsas, que en realidad aceleran la mercantilización de la vida¨, agregan.
Sobre la justicia climática
Las más de 40 organizaciones ambientales que participaron en la Semana por la Justicia Climática de América Latina y El Caribe, señalaron que la agenda por la justicia climática debe estar orientada hacia un cambio del actual sistema que despoja a los pueblos y vulnera derechos humanos.
¨La agenda por la justicia climática debe priorizar la defensa de los bosques, del agua, de los alimentos sanos. Debe orientarse hacia la recuperación de la soberanía territorial, alimentaria, hídrica y energética de cada pueblo¨, expresa el documento.
Los ambientalistas dicen que ya no es posible permanecer indiferentes a las acciones que ponen en riesgo bienes como el agua, en cualquier parte en que esta se encuentre, sea en la superficie, en el subsuelo, en las cimas nevadas o en los polos de la Tierra.