La doctora Marlene Pérez Figueroa recordó que, por naturaleza, el consumo excesivo del alcohol no adulterado tiene serias implicaciones para la salud de la persona, específicamente los daños causados al hígado, lo cual degenera en una cirrosis hepática.
Lamentó la gran cantidad de personas que han muerto, principalmente en la población joven, por ingerir bebidas adulteradas con metanol.
Entrevistada por Héctor Herrera Cabral en el programa D´AGENDA que cada domingo se difunde por Telesistema Canal 11, Pérez Figueroa explicó que quienes consumen la bebida adulterada al principio sienten una embriaguez similar a la que produce el alcohol etílico normal.
Agregó que luego aumenta en exposición al cuerpo, con síntomas más allá de las 24 horas, por lo que los médicos de emergencia, familiar, Unidades de Atención Primaria, deben estar muy atentos cuando reciben un paciente que haya tomado bebida alcohólica.
“Vemos que los pacientes desde el punto de vista del tubo digestivo pueden presentar náuseas, vómitos, diarrea, y también pueden alterarse el sistema nervioso”, detalló la gastroenteróloga.
Sostuvo que, si se producen esos efectos sobre el sistema nervioso como pérdida de la agudeza visual, es porque ha habido una gran exposición al metanol.
“Y cuando ya tenemos esta alteración en la respiración, los pacientes se notan agitados con una respiración muy rápida, que es lo que en medicina se llama la respiración de Kussmaul, estamos viendo un paciente muy expuesto y que debe ser admitido en una Unidad de Cuidados Intensivos, e inclusive puede requerir asistencia respiratoria”, indica la especialista.
Dijo que la diarrea que produce el consumo de alcohol adulterado con metanol agrede el hígado, páncreas y los intestinos.
“Los agrede porque la diarrea es una especie de agresión, es la respuesta a una irritación intestinal, y el cuerpo se defiende con la diarrea, es una diarrea mu especifica e importante que también deshidrata a los pacientes, y como consecuencias afecta a los riñones”, indicó.
Sostuvo que el metanol puede producir una hepatotoxicidad, causar necropsia hepática y puede llevar al paciente que consume ese producto a una falla hepática fulminante.
La doctora Marlene dice que el consumo de metanol produce pérdida de conocimiento, alteraciones de las pruebas de coagulación, lo que puede complicar seriamente el pronóstico y la vida de un paciente.
Alerta estrés por pandemia produce efectos gastrointestinales
La doctora Marlene Pérez alertó sobre el impacto que tiene el estrés provocado por la pandemia del coronavirus en las enfermedades gastrointestinales.
“Claro que sí, sobre todo en las enfermedades somáticas, nosotros los gastroenterólogos somos de los muchos médicos que referimos a nuestros colegas psiquiatras y psicólogos, porque hay enfermedades psicosomáticas que afectan las vías digestivas y una de ellas es el síndrome de intestino irritable”, apunto.
Aclaró que previo a eso los gastroenterólogos descartan lo que se llama organicidad, es decir que no haya una causa orgánica que explique que el paciente tenga diarrea, estreñimiento, dolor abdominal o acidez.