La Red de Estudios y Empoderamiento Afrodescendiente y la Fundación La Negreta Proponen integrar un experto en discriminación racial en Defensor del Pueblo
Santo Domingo, R.D.- En carta dirigida al presidente Luis Abinader y otros funcionarios del gobierno, la Red de Estudios y Empoderamiento Afrodescendiente y la Fundación La Negreta proponen la realización de un estudio en el campo de las humanidades y las ciencias sociales para diagnosticar la situación del racismo y la discriminación racial en el país.
Argumentan que esa propuesta se encuentra amparada en la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, CEDR, ratificada por la República Dominicana el 25 de mayo del año 1981 y otros mecanismos de derechos humanos que el país es compromisario.
Los proponentes entienden que el racismo y la discriminación racial constituyen un obstáculo para la convivencia social y para el desarrollo, en tal sentido llaman “al gobierno a la realización inmediata de un estudio sobre racismo y discriminación racial dado que en el presente de la sociedad dominicana vemos con honda preocupación el surgimiento de manifestaciones racistas recreadas en la promoción de un discurso de odio proveniente de grupos autoproclamados nacionalistas”.
La carta incluye a otras de instancias oficiales como, Roberto Álvarez, ministro de Relaciones Exteriores, Milagros Germán, ministra de Cultura, Ángel Hernández, ministro de Educación, Pavel Isa Contreras, ministro de Desarrollo, Economía y Planificación, Jesús Vásquez Martínez, ministro de Interior y Policía, Pablo Ulloa, Defensor del Pueblo, y Miosotis Rivas, Directora Oficina Nacional de Estadística, para que el país se aboque a diagnosticar la realidad del racismo a través de una investigación interdisciplinaria.
Esto con el fin de implementar los correctivos de lugar para su erradicación a través de un Plan Nacional de Acción contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y demás formas conexas de intolerancia.
¨Entiéndase que el racismo es una herencia de nuestro pasado colonial y esclavista y que ningún dominicano se asume racista, pues es algo tan complejo y vergonzoso que resulta inadmisible, y que es cierto en la República Dominicana se reconoce en el artículo 39 de la Constitución del 2010 el concepto de igualdad y prohíbe la discriminación fundada en razones de sexo, color, aunque carece la razón fundada en la raza¨, explica Darío Solano
Aunque reconocen que las leyes en la República Dominicana no constituyen instrumentos de difusión de cultura racista, entienden que es evidente que hay una tolerancia a prácticas racistas ya que no existen los mecanismos para garantizar el derecho a la no discriminación.”, expresa Solano.
¨La realidad del racismo en dominicana es de conocimiento en el exterior y en organismos internacionales, como es el caso de, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, órgano de expertos independientes que supervisa la aplicación de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial por sus Estados Partes, este ha manifestado su preocupación, en el caso dominicano¨, agrega.
Otras propuestas planteadas es que en la Defensoría del Pueblo se pueda contar con de un experto adjunta a esa instancia que atienda los asuntos de la discriminación racial y el racismo en el país y de igual modo, y por otro lado, que ante la inclusión de la variable étnica en el X Censo Nacional para tales fines se desarrolle una campaña de sensibilización ciudadana al respecto, lo cual es imprescindible, para no caer en el riesgo de obtener resultados contrarios a la realidad étnico-racial de la sociedad dominicana.
Consideran que “la historia del racismo en el país ha estado caracterizado por una ambigüedad en su abordaje por parte del Estado dominicano, que camina entre la invisibilización y la negación”.
Para Darío Solano, es innegable que “en República Dominicana existe un racismo estructural arraigado desde la época colonial y es un legado de la esclavitud, lo cual se manifiesta en la negación de la negritud y afrodescendencia como parte de la identidad de la población. Esta actitud impide que se adopten las medidas necesarias para su erradicación, cuya principal dificultad radica en la falta de reconocimiento y la negación por parte de las autoridades históricamente. La sociedad dominicana necesita ser sanada del racismo.”, agrega.