Luis Carvajal y Camille Charmers afirman que eso convierte a la isla en una zona de alta vulnerabilidad.
Dirigentes ambientalistas de República Dominicana y Haití denunciaron que en la isla no hay un solo naciente de agua importante que no esté concesionado a la megaminería, multinacionales que a juicio de ellos dejan a su paso una estela de pobreza, hambre y miseria.
El ambientalista Luis Carvajal, también miembro de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, y el defensor del medio ambiente de Haití, Camille Chalmers, definieron la isla como una zona de alta vulnerabilidad, como consecuencia, entre otras razones, de las explotaciones mineras.
Ambos se expresaron en esos términos en el marco del foro sobre Vulnerabilidad Insular y Reparación Socioambiental, que se desarrolló como parte de la Semana por la justicia Climática de América Latina y El Caribe que tiene como sede la República Dominicana.
En su intervención, Carvajal puso como ejemplo que el Yaque del Norte y el Yaque del Sur están rodeados de concesiones mineras, al tiempo de afirmar que en la isla la principal fuente de confrontación social es la megaminería, enfocada en el agua.
Tras señalar que el sistema de explotación a que son sometidos los recursos naturales de la Isla que comparten República Dominicana y Haití debe ser erradicado y cambiado, el ambientalista llamó al liderazgo de ambas naciones a unirse en torno a ese reclamo.
“Debemos denunciar el engaño de las multinacionales, de llamar países pobres, a países que son empobrecidos por la explotación de los recursos naturales en desmedro de la calidad de vida de la gente”, dijo.
Apuntó que desde Padre Las Casas hasta la frontera, toda la vertiente Sur de la Cordillera y desde Restauración hasta más acá de la Presa de Monción están concesionadas, una parte a la empresa Gold Quest y la otra a la Uni-Gold. Dijo que los nacientes en los ríos Ozama e Isabela están concesionados a la Minera Everton Dominicana.
Dijo que todo esto ocurre a pesar del déficit estructural de agua que padece la República Dominicana, y que se agravará en los próximos 50 años como consecuencia del cambio climático.
“Sin minería, la situación del agua es crítica. La isla padece de una crónica pobreza hídrica, aunque se perciba que hay mucha agua”, dijo el catedrático universitario durante su exposición.
De su lado, el ambientalista Camille Chalmers dijo que las explotaciones mineras representan un crimen de consecuencias dramáticas para la salud de la gente, que las condena a la miseria y a la migración.
Llamó a la unidad entre ambas países (República Dominicana y Haití) “para romper con el modelo colonial” que han instaurado las multinacionales a través de la megaminería.
“Esa lucha debe ser una prioridad para el liderazgo de la isla, ya que a este crimen hay que darle una respuesta colectiva, porque es una lucha por la vida, para evitar la muerte; y es lo que nos dará prosperidad colectiva”, manifestó.
La semana para la Justicia Climática de América Latina y El Caribe culmina este jueves 26 de agosto con una concentración protesta en la calle Duarte, próximo al cuartel policial de Peralvillo, Monte Plata.