Fernanda Paul, BBC News
La tensión entre Rusia y Ucrania ya lleva varias semanas en aumento.
Han sido días de acusaciones cruzadas de lado y lado. Estados Unidos dice que existe una amenaza “inminente” de Moscú sobre Kiev y ha desplegado más de 8 mil militares en Europa Oriental.
El gobierno de Vladimir Putin, por su parte, ha desmentido la posibilidad de un ataque y acusa a Washington de intentar llevar a su país a la guerra contra Ucrania.
La frontera entre ambas naciones, sin embargo, ya acumula más de 100.000 soldados rusos, lo que ha encendido las alarmas en numerosas cancillerías alrededor del mundo, que hablan abiertamente de la posibilidad de un conflicto bélico.
La principal demanda del gobierno ruso es que Occidente garantice que Ucrania no se unirá a la OTAN, una alianza defensiva de 30 países, lo que ven como una amenaza para su seguridad.
Pero aunque hasta el momento no ha ocurrido un enfrentamiento militar como tal, las autoridades ucranianas han denunciado la existencia de una “guerra híbrida” en su contra.
Así lo hicieron a mediados de enero, luego de asegurar que el Kremlin estaba detrás de un ciberataque que afectó a decenas de sitios web oficiales de su gobierno.
La acción —afirmaron desde Kiev— es la “manifestación de la guerra híbrida que Rusia mantiene en Ucrania desde 2014″, refiriéndose al año de la anexión por parte del Kremlin de la península de Crimea.
Pero ¿qué es una guerra híbrida? Y ¿qué factores son los que determinan su existencia?
¿Qué significa una “guerra híbrida”?
El concepto —que fue utilizado por primera vez a principios de los años 2000— tiene que ver con la implementación de una estrategia (o varias) de confrontación que no pasa necesariamente por un combate de tipo militar.
Así lo explica a BBC Mundo Antonio Alonso Marcos, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de San Pablo CEU.
“Un país puede utilizar medios que vayan minando la seguridad y la estabilidad de otro país. Y no son medios militares, sino, por ejemplo, ciberataques o el lanzamiento de una oleada masiva de tuits que vayan en contra de la posición de un gobierno determinado. A eso se le denomina guerra híbrida”, dice.
El empleo de mecanismos como la insurgencia, la migración o el uso de “fakes news” y desinformación, entre otros, también se considera parte de estas estrategias de combate no tradicionales, donde la propaganda y la provocación son factores fundamentales.
Según Alonso Marcos, las nuevas tecnologías son un facilitador importante para las guerras híbridas debido al incremento de los cibercrímenes.