El hondureño Geovanny Fuentes Ramírez, un hombre asociado con el expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández, fue condenado este martes a cadena perpetua por un delito de narcotráfico y, además, a 30 años de cárcel por posesión ilegal de armas.
El tribunal del sur de Nueva York, que lo declaró culpable en marzo de 2021, lo obliga además a pagar 151 millones de dólares de multa tras encontrarlo responsable de traficar 5,000 kilos de cocaína hacia Estados Unidos.
En su último turno de palabra, antes de oír la sentencia, Fuentes, de 52 años y detenido en 2020 en Miami cuando intentaba escapar de Estados Unidos, se echó a llorar, defendió su inocencia y dijo que la Fiscalía había “fabricado” las pruebas contra él.
A falta de conocerse los detalles de la sentencia, el juez no mencionó hoy el nombre del expresidente Hernández al comunicar las penas, pero sí lo hizo profusamente la Fiscalía, que durante todo el desarrollo del juicio ha insistido en los vínculos entre ambos.
La Fiscalía estadounidense lleva ya dos años insistiendo una y otra vez en que Honduras es un narco-Estado y que Hernández, los exmandatarios Porfirio Lobo y Manuel Zelaya, el exvicepresidente Ricardo Álvarez Arias, y otros altos responsables políticos, judiciales y de seguridad han aceptado sobornos a cambio de proteger y facilitar el contrabando de drogas en Honduras.
Precisamente el lunes, el Departamento de Estado desveló que Hernández está incluido en su lista de corruptos, lo que lo hace inhábil para recibir un visado de entrada en el país, una decisión ante la que Hernández dijo estar “sorprendido”, además de asegurar que se había enterado de ella “por los medios de comunicación y las redes sociales”.