Al menos 44 personas han muerto en Israel en la madrugada de este viernes en una estampida durante una celebración religiosa multitudinaria.
Decenas de miles de judíos ultraortodoxos celebraban una festividad religiosa en el monte Meron, en Galilea (norte de Israel). Las autoridades habían autorizado un aforo máximo de 10.000 personas, lo que ya convertía esta celebración en el evento más concurrido desde el inicio de la pandemia de COVID-19, pero la asistencia superó esa cifra.
Las víctimas, entre ellas menores, han muerto aplastadas, y otras 150 personas han resultado heridas, decenas en situación crítica, según los servicios de emergencia.
Se trata de uno de los sucesos más trágicos de la historia reciente de Israel.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha calificado lo sucedido como “un terrible desastre” y se ha desplazado hasta el lugar.
El derrumbe de una grada, la posible causa del suceso
Se desconoce aún la causa que provocó la estampida, pero podría haberse originado por el derrumbe de unas gradas.
“Nuestros voluntarios en la zona explican que hubo un colapso debido al hacinamiento y las personas cayeron unas encima de otras”, lo que provocó que muchos “huyeran del lugar” y se encontraran en una situación de mayor saturación, ha explicado un portavoz de los equipos de emergencia.
Isaac, uno de los peregrinos, ha contado al Canal 12 de televisión que temieron que se tratara de una bomba. “Pensamos que era una alerta por un paquete sospechoso. Nadie imaginaba que esto pudiera ocurrir aquí”.
Otro de los heridos ha contado a los medios que vio “una pirámide de personas, unos encima de otros”. “Vi gente morir delante de mí”, ha añadido.
Un portavoz de la Policía ha asegurado que la afluencia al Monte Meron era similar a la de otros años, pero que en esta ocasión se había decidido separar entre sí las áreas para las hogueras como medida de protección por el coronavirus. Esto ha podido dificultar la circulación de personas y crear cuellos de botella y aglomeraciones en algunos puntos, especulan los medios israelíes.
Los equipos de rescate han tenido problemas incluso para evacuar el lugar y poder acceder a los heridos.
Miles de judíos ultraortodoxos se dan cita cada año en el monte Meron, en Galilea, donde se encuentra la tumba del rabino Shim Bar Yochai (siglos I-II). Los ultraortodoxos judíos le consideran uno de los principales cabalistas, si no el creador de este pensamiento místico.
Allí celebran la festividad llamada Lag BaOmer, que incluye rezos, cantos y danzas en torno a hogueras. La celebración es segregada por sexos y la estampida ha ocurrido en la zona reservada a los hombres.
El año pasado, las reuniones se prohibieron por la pandemia, pero este se habían autorizado, con un límite de 10.000 personas.
Este ha sido el evento más concurrido desde el inicio de la pandemia de coronavirus. Israel ha vuelto a una normalidad casi completa después de tres confinamientos y una rápida campaña de vacunación, con más de la mitad de la población ya inoculada.